Bold. Brave. Brilliant.
By José Martínez and Leonard Foglia

Cruzar la Cara de la Luna

CRUZAR LA CARA DE LA LUNA

Where is home?
Is it where we are born?
Or where we live most of our lives?
Is it with the family we leave behind or with the new ones we create?

To Cross the Face of the Moon / Cruzar la Cara de la Luna follows three generations of a single family, divided by countries and cultures. As a Mexican/American man deals with the approaching death of his father, he is forced to face these questions about his own place in the world – straddling two cultures – as well as that of his immigrant father and his American daughter. As long-buried secrets are revealed, he finds himself dramatically re-evaluating his own understanding of what makes a family. Like the Monarch butterflies that migrate every year to the birthplace of his father, the members of the Velasquez family must travel both physically and spiritually between Michoacán and Texas and look deep into their hearts before they learn where they truly belong. —Leonard Foglia

¿Cómo clasificaría a su casa?
¿Es donde hemos nacido?
¿O en el que vivimos la mayor parte de nuestras vidas?
¿Es con la familia que dejamos atrás, o con los nuevos que creamos?

La historia de Cruzar la Cara de la Luna sigue a tres generaciones de una misma familia, dividida por países y culturas. En Cruzar la Cara de la Luna un hombre mexicano-americano se preocupa por la muerte de su padre. Está obligado a enfrentarse a estas preguntas sobre su propio lugar en el mundo – un hombre viviendo entre dos culturas. Mexicano como su padre, un inmigrante de Mexico y Americano como su hija que ha nacido en los Estados Unidos. Cuando secretos enterrados se empiezan a revelar, el hombre se encuentra revaluando su propia comprensión de lo que hace una familia. Al igual que las mariposas monarca que migran cada año a la ciudad natal de su padre, los miembros de la familia Velásquez deben viajar tanto física como espiritualmente entre Michoacán y Texas y mirar profundamente en sus corazones antes de aprender donde realmente pertenecen.
—Leonard Foglia